Con fecha 10 de marzo del presente año, la
señora María Dolores Rodríguez Rojas habría recibido de manos del Fr. Marcelo
Manzano a las 13:00 aproximadamente, un documento en el cual le manifestaba que
agradecía su trabajo como ayudante de servicios de la parroquia y que
habiéndose generado el acta de finiquito en el Ministerio de Relaciones
Laborales, adjuntaba un documento en el que la citaba para que firme el acta de
despedida de trabajo y reciba el pago de su liquidación ante el inspector de
trabajo del Min. de Relaciones Laborales en Guayaquil, el día 30 de Abril del
año en curso.
Para la señora Rodríguez, es injusto el
despido, considera que no hay ningún motivo para dicha acción por parte del
párroco, asegura que normalmente ha cumplido con sus horarios establecidos, “el
único que ha hecho todo lo posible para despedirme ha sido el Fr. Marcelo
Manzanero”, aclarara también, que los demás sacerdotes no tienen nada que ver
con su despido y que el padre Miguel Catoche se mostró sorprendido cuando la
encontró llorando en la cocina, mencionando que él no estaba enterado de dicha
decisión tomada por el Fr. Manzano, según manifiesta la fémina, no puede
entender como un sacerdote que asegura ser franciscano no practica la caridad,
ya que la dama es madre soltera y su hijo presenta complicaciones con su salud,
en la actualidad.
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